sábado, 5 de septiembre de 2009

EL CLIMA

El clima abarca los valores estadísticos sobre los elementos del tiempo atmosférico en una región durante un periodo de tiempo largo: temperatura, humedad, presión, vientos y precipitaciones, principalmente. Estos valores se obtienen con la recopilación de la información meteorológica durante un periodo de tiempo suficientemente largo.

Los factores naturales que afectan al clima son la latitud, altitud, continentalidad, corrientes marinas, vegetación y vientos. Según se refiera al mundo, a una zona o región, o a una localidad concreta se habla de clima global, zonal, regional o local (microclima), respectivamente.

El clima es un sistema complejo por lo que su comportamiento es muy difícil de predecir. Por una parte hay tendencias a largo plazo debidas, normalmente, a variaciones sistemáticas como el aumento de la radiación solar o las variaciones orbitales pero, por otra, existen fluctuaciones caóticas debidas a la interacción entre forzamientos, retroalimentaciones y moderadores. Ni siquiera los mejores modelos climáticos tienen en cuenta todas las variables existentes por lo que, hoy día, solamente se puede aventurar una previsión de lo que será el tiempo atmosférico del futuro más próximo. Asimismo, el conocimiento del clima del pasado es, también, más incierto a medida que se retrocede en el tiempo. Esta faceta de la climatología se llama paleoclimatología y se basa en los registros fósiles, los sedimentos, las marcas de los glaciares y las burbujas ocluidas en los hielos polares. De todo ello los científicos están sacando una visión cada vez más ajustada de los mecanismos reguladores del sistema climático
Básicamente las variaciones anuales o estacionales y los patrones caóticos de diferentes frecuencias de variación son los que hacen que de un año para otro, así como de un día para otro, el tiempo sea tan cambiante y tan variable. El clima presenta también las dos facetas. Tendencias regulares que se empiezan a apreciar a las pocas décadas de realizar mediciones, y oscilaciones de tipo caótico que subyacen en el fondo.

A escala más grande puede permanecer oculto un patrón regular como los ciclos de Milankovich. Y si nos vamos aún a escalas mayores la variación puede tornarse caótica de nuevo, ya que aumenta la dependencia de las características geofísicas de la Tierra.

La diferencia fundamental entre ambos conceptos radica en la escala de tiempo. Mientras el tiempo nos habla del estado de las variables atmosféricas, de un determinado lugar, en un momento determinado, el clima informa sobre esas mismas variables, promedio, en el mismo lugar, pero en un periodo temporal mucho más largo, usualmente 30 años.

Los forzamientos externos pueden implicar ciertas periodicidades, como variaciones orbitales y variaciones solares, y a su vez presentar tendencias globales en un sólo sentido por encima de las fluctuaciones de más alta frecuencia. Este es el caso de la variación solar, que mientras presenta fluctuaciones regulares en cortos periodos de tiempo, a largo plazo presenta un aumento sistemático del brillo solar. Así mismo, dicha variación presenta acontecimientos, tormentas magnéticas o períodos anormales de actividad solar. En muchos casos la apariencia caótica de una variación puede encubrir una regularidad de muy baja frecuencia para la cual no ha pasado suficiente tiempo para que haya podido ser observada. la clasificación de climas actual comprende 5 grupos que se identifican con las siguientes literales:

1.- A - Climas intertropicales

2.- B - Climas secos

3.- C - Climas templados

4.- D - Climas fríos

5.- E - Climas polares

Para determinar los subgrupos o subtipos se utilizan otras literales minúsculas y mayúsculas:

1.- F - Lluvias todo el año

2.- G - Lluvias en verano

3.- H - Lluvias en invierno

4.- I - Lluvias de monzón

5.- J - Desierto

6.- K - Alta montaña

7.- L - Altas latitudes

8.- M - Estepa

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